
Casa del Estudiante
Duranguense
DESDE 1952
"Ser más".

ACERCA DE LA CASA DEL ESTUDIANTE DURANGUENSE EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Instalaciones de la Casa, previas a las obras de remodelación en el 2013.
"La ambición es el camino al éxito, la tenacidad, el vehículo en el que se llega".
El inicio de Casa del Estudiante Duranguense se remonta al 22 de Junio de 1952, fecha en la cual el Gobierno del Estado de Durango renta el inmueble ubicado en la Delegación Cuauhtémoc, con la finalidad de hospedar a los estudiantes de escasos recursos, originarios de dicho estado que realizarían sus estudios en la zona del Distrito Federal.
Desde ese entonces la "Casa Durango" ha apoyado a cientos de estudiantes en la búsqueda de mejores oportunidades de estudio y de investigación para coadyuvar al desarrollo del país y a nuestro estado. Siempre saliendo adelante por sus propios méritos y sorteando las dificultades que conlleva el vivir en comunidad.
Nuestra Casa, la Casa de todos los duranguenses, ha brindado un sinfín de herramientas para el avance de nuestro estado en el ámbito educativo, academico y cientifico.
NUESTRA FILOSOFÍA
NUESTROS VALORES
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"La educación es la base de la felicidad de las naciones, de las familias y de los individuos: La educación hace buenos padres, buenos hijos y buenos ciudadanos".
Francisco Zarco
Unidad
La unidad es el valor que nos ha permitido sobreponernos a las circunstancias. Nuestra comunidad exalta el sentimiento de pertenencia al ser parte de una agrupación única e irrepetible, poner en acuerdo voluntades, ánimos y opiniones nos hace crecer como personas e íntegramente como comunidad.
Fraternidad
El ser parte de la Casa del Estudiante Duranguense significa una causa primordial, todos somos originarios del mismo sitio y tenemos en esencia las mismas convicciones. Es este principio el que debe de dirigir nuestra amistad solidaria y desinteresada, en búsqueda de un beneficio colectivo en una organización muy especial.
Hospitalidad
Al ser nuestra Casa, un recinto de apoyo a todos los duranguenses, recibimos a nuestros visitantes y aspirantes con mucho gusto y brindamos asistencia y ayuda en medida de nuestras posibilidades a quien lo requiera.
Humildad
Reconocemos nuestras fortalezas y nuestras debilidades como comunidad. Actuamos con dedicación y sin soberbia. Somos recíprocos con nuestros compañeros y estamos conscientes de nuestras limitaciones.
Caridad
Es nuestro deber ayudar y asistir a los estudiantes necesitados, compartir sus necesidades y anhelos para convertirlos en los nuestros. Actuar con benevolencia sobre todas las cosas y sin ningún interés más que conseguir el bien.
Responsabilidad
Nuestra misión no puede completarse sin la prudencia que requiere la convivencia diaria y el sentido común necesario para comprender la gran obligación que tenemos con nosotros. Tal valor requiere de una introspección a nuestras raíces para valorar nuestro pasado y la consecuencia de nuestros actos en el presente. La responsabilidad es en nuestra Casa consciencia y cumplimiento.
Cooperación
Vivimos en conjunto los problemas y adversidades que afecten a la comunidad, las dificultades de uno son por lo tanto las dificultades de todos y la colaboración la única manera en la que se le dan solución.
Entusiasmo
Exaltamos el ánimo por el progreso, reanimamos las esperanzas y aguardamos para que el futuro sea provechoso y lleno de éxito. Esta actitud optimista es la que debe de prevalecer siempre en la comunidad de la mano con el analisís interno para descubrir las vocaciones personales y de la agrupación.
Perseverancia
Constancia, firmeza y fortaleza. La perseverancia es el valor que lleva a cada uno de nuestros integrantes a aventurarse a otra ciudad y quizá después a otro país. Vemos más allá de nuestras circunstancias y seguimos siempre a pesar de las dificultades con enfoque y dedicación.
Tolerancia
En nuestra Casa de Estudiantes el respeto es fundamental. Respeto a ideologías, a creencias religiosas, a gustos y preferencias, a opiniones y a prácticas personales. Pero, no solo eso, celebramos las diferencias de cada uno de nuestros integrantes porque reconocemos que ello nos hace íntegros como comunidad.
TRADICIÓN DE DIVERSIDAD
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Estamos comprometidos con la diversidad en nuestro recinto, buscamos formar una comunidad de todas las clases sociales, con miras a la inclusión y la aceptación de todos los estudiantes.
Parte de nuestra visión es fortalecer el Durango pluricultural, aquel que contiene las etnias originarias y treinta y nueve municipios con diferente clima, tierra, costumbres o tradiciones. De esta manera, la Casa puede estar conformada por miembros que reciben educación en múltiples universidades e instituciones, pudiendo ser todos provenientes de distintas regiones de nuestro Estado, por ello nos consideramos plurales aunque con una definida identidad duranguense.
Sabemos que la nueva sociedad está construida sobre una base histórica que incluye distintas etnias, géneros, edades, orientaciones sexuales, ideologías políticas y religiosas. Valoramos por ello la conciencia y la comprensión a través de la educación para ir sobre dichas diferencias.
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HABITAR LA CASA
Habitar en la Casa Durango es guiado por la creencia en que es posible la vida en comunidad.
Vivir en la Casa, sin embargo, va más allá de rentar un espacio de alojamiento, es un compromiso hacia la sociedad duranguense y mexicana, además de una excelente oportunidad formativa y experiencia de crecimiento personal. La responsabilidad y la cooperación son una de nuestras principales premisas para lograr un grupo equitativo y respetable.
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NUESTROS PRINCIPIOS
La declaración de principios de la Casa del Estudiante Duranguense fue ideada por la Asamblea General en el año de 1992. Desde ese momento los principios forman parte inseparable de nuestro reglamento interno y se constituyeron en los fundamentos básicos de nuestra comunidad.
GENERACIÓN QUE RESIDIO DURANTE LAS OBRAS DE REMODELACIÓN DE LA CASA
RECONOCIMIENTO - AÑO DEL 2013
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Raúl Alexei Escajeda Ríos
Presidente de la Casa
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Carlos Gerardo Raudry Unzueta
Tesorero de la Casa
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Karen Vianney Cruz Gamboa
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Ana Gabriela de la Rosa Avitia
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Sergio Daniel Galindo
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Claudia Esmeralda Ramírez Hernández
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Abraham Agustín Herrera Favela
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Viridiana Mata Frayre
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Ivan Ezequiel Valdez Orozco
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Roberto Eleazar Monarrez Peralta
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Hibraim Ubiarco Rodriguez
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Eduardo Zamarron Muñoz
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Eduardo Suarez Herrera
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Arturo Emmanuel Ríos Urbina
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Erica Vargas Betancour
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Oscar Antonio Ríos Hernandez
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José Reyes Garcia Torres
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Gabriela Mabel Fernandez Garduño
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Alonso Hurtado Gutierrez
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Roberto Vargas Graciano
"Ser más".
NUESTRA HISTORIA
NUESTRAS RAÍCES
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LA PRIMERA GENERACIÓN DEL INSTITUTO TECNOLOGICO DE DURANGO
Siendo la década de 1950, la primera generación del recién creado y vocacional Instituto Tecnológico de Durango emprendió un viaje a la Ciudad de México para continuar sus estudios profesionales en el Instituto Politécnico Nacional; se trataba de un grupo de duranguenses emprendedores y pioneros en realizar estudios fuera de su localidad. Con el apoyo del gobernador del estado en aquel entonces, Don Enrique Torres Sánchez, el entusiasta conjunto de jóvenes logró que se dispusiera de un pequeño autobús para su viaje al Distrito Federal.
Dicha agrupación de jóvenes, que en su mayoría contaba en promedio con unos veinte años de edad, esperaba poder alojarse en el internado que por aquellos años ofrecía el Politécnico a sus alumnos y a fin de cuentas estaba conformado por una suerte de barracas. No obstante, la alta demanda causó que solo algunos de los integrantes de aquel grupo pudieran gozar de hospedaje y el resto tuvo que conformarse con habitar bajo las gradas del estadio de prácticas "Salvador Camino Díaz" ubicado en la Calzada de los Gallos.
La década de los años 50 estuvo marcada por una transformación del país y grandes contrastes. Una gran cantidad de personas migraron hacia el centro de México para obtener mejor educación y calidad de vida, comenzaba la época del “desarrollo estabilizador” tras periodos de devaluación y medidas para incrementar la industrialización del país. Por lo anterior, era en verdad una multitud la que intentaba ingresar a distintas universidades.
La primera generación del I.T.D. tuvo que enfrentarse a lo anterior, y además, realizar el sacrificio de carencias si es que en verdad querían obtener una ventaja profesional. Sobresalir entre muchos y salir adelante por sus méritos. No había otra opción.
GAVIOTAS E IGUANAS.
Las condiciones debajo de las gradas eran atroces e insalubres para aquellos estudiantes que accedieron a quedarse a estudiar en la ciudad, sin embargo, el deseo de superación y la simple esperanza por continuar con su formación los llevo a resistir en esa situación más de un año y medio. Mientras que los alumnos internados disfrutaban de comidas diarias y un espacio ideado al menos someramente para dormir y estudiar, los ocupantes de las gradas, que eligieron quedarse por su mera voluntad, a duras penas podían costearse una comida o cena y solo recibían desayuno de levantarse en la madrugada para servírselo a los internados, en cuyo caso les era entregada una ración. Para comienzos de 1952 la situación era desoladora, entre los habitantes del sótano de las graderías había enfermedad, hambre, frio y escasez, incluso muerte, ya que algunos estudiantes regresaron a Durango solamente para pasar a otra vida por sufrir de anemia o malnutrición.
Fue entonces que la agrupación restante de duranguenses, reunidos una noche, idearon la existencia de una casa de estudiantes, tal y como las había de otros estados ya. Para tal propósito, planearon una estrategia que involucraba a varios actores de gobierno, a medios de comunicación y a personalidades relevantes en Durango.
A pesar de opiniones negativas, que insistían en la imposibilidad de realizar tal empresa, se dio principio a un plan que abarcaría varios meses. Anteriormente, en la década de los años 30, se había intentado igualmente fundar una Casa para el estudiante duranguense, sin éxito ni respaldo por las autoridades de aquellos tiempos.
Comenzaron por solicitar apoyo para conseguir mobiliario, el cual les fue entregado en parte gracias al Coronel Enrique Carrola Antuna, que convenció de contribuir al aquel entonces Secretario de Educación del Estado, el Ing. Aarón Merino Fernández. Además, también contribuyo a aquella causa el subdirector del Sol de Durango en 1952, Don Ricardo Isaac Ahumada y en gran parte el Ing. Eugenio Méndez Ocurro, que fue Subdirector del Instituto Politécnico Nacional.
LA FUNDACIÓN DE LA CASA DEL ESTUDIANTE DURANGUEÑO
Una vez que se consiguió el mobiliario para la Casa y después de haber visitado al gobernador del estado en Durango para comenzar las gestiones y la materialización del deseo de fundación del espacio estudiantil, los estudiantes se prepararon para reunirse con el gobernador, ahora en la capital, ya que realizaría una visita a la Ciudad de México para tratar asuntos del estado.
Tenían preparados donativos de material, mobiliario, financiamiento y estaban gestionando obtener raciones alimenticias. Lo único que les faltaba era conocer donde iba a ser el inmueble que iban a ocupar, es decir, la casa. Para el motivo anterior, acordaron realizar rondas en búsqueda de un inmueble apropiado y hallaron uno indicado, aunque su renta parecía ser demasiado costosa para proponerla al gobernador. Luego de unos días, finalmente encontraron las instalaciones que deberían convertirse en la casa de estudiantes, se trataba de una casona abandonada, al final de la Cerrada de la Tercera de Cedro.
Por fin en Junio de 1952, el representante del gobierno del estado de Durango en el Distrito Federal, Don Abel J. Dávila, y la Asociación de Estudiantes y Profesionistas Técnicos Durangueños, congrego a los estudiantes en torno al gobernador del estado y tras una exposición de motivos, donde se remarcó emotivamente que en conjunto y gracias a su esfuerzo habían reunido todas las necesidades de una futura casa de estudiantes, que sin la expectativa de la casa tal vez no finalizarían sus estudios y que después de tantos problemas iba a ser la única solución que les brindaría respaldo, fue solo entonces que el gobernador accedió alegremente y de muy buena manera a firmar el contrato de arrendamiento que se había redactado previamente.
Y así, al día siguiente, un 23 de Junio de 1952 a las 10 de la mañana, llegaron los primeros estudiantes duranguenses a ocupar la vieja casa y a comenzar una nueva oportunidad para muchos que vendrían después de ellos. Fueron 13 personas, restantes de la primera generación del Instituto Tecnológico de Durango los primeros en llegar a habitar nuestro recinto.
Faltaría espacio, no obstante, para nombrar todas las adversidades con las que se encontraron tales jóvenes en el camino hacia la fundación de la Casa, aún más, después de tal hecho y durante el tiempo que la estuvieron habitando. A ellos debemos el comienzo de nuestra organización interna, el establecimiento de órganos de gobierno y la Asamblea General de la Casa, a la que en el principio se le denomino "Casa del Estudiante Durangueño".
FUNDADORES DE LA CASA DEL ESTUDIANTE DURANGUENSE
RECONOCIMIENTO A MÁS DE 60 AÑOS DE SU COMIENZO
• Guillermo Hernández Ortega.
• Jaime Espinoza Herrera.
• Jaime Escárzaga Chávez.
• Héctor Colorado Díaz.
• Rubén Pulido Medrano.
• Ramiro Jiménez Morales.
• Humberto Hernández López.
• José Luis Martínez y Martínez.
• Ernesto Laveaga Aguilar.
• Roberto González Recio.
• Rafael Barrera Tovar.
• Guillermo Laveaga Aguilar.
• Leonardo Saucedo Bonilla.

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LA CASA
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Durante la administración del Dr. Héctor Mayagoitia Domínguez, Gobernador del Estado de Durango durante el sexenio 1974-1980, el inmueble fue adquirido en propiedad para brindar mayor seguridad a los estudiantes alojados.
Durante los casi 60 años de brindar alojamiento a estudiantes, la Casa ha servido de vivienda a un sin número de habitantes; los cuales, en parte, gracias a dicho alojamiento han tenido la oportunidad de salir adelante en sus metas profesionales. Se calculan aproximadamente más de un millar de personas que han formado parte en algún momento de la comunidad.
Durante todos estos años La Casa se ha mantenido gracias al apoyo del Gobierno del Estado y diversos patrocinadores, tales como: el M.I. Fernando Favela Lozoya, el Ing. Miguel Rincón Arredondo, el Ingeniero Jesús Eduardo Návar Gamboa y algunos muchos ex integrantes de La Casa, además del esfuerzo de sus integrantes a través de los años de duración del proyecto.
La organización interna de la Casa se ha modificado en varias ocasiones a través del tiempo que ha permanecido la agrupación; con algunos altibajos, han existido varias fases que han terminado por consolidar la Casa de Estudiantes en la actualidad. La última modificación al modelo de organización ocurrió en 1991 y desde entonces ha continuado fortaleciéndose hasta nuestros días. Para el año 2002 se le dio la bienvenida a la primera mujer a nuestra comunidad, desde aquel entonces han ocupado cargos relevantes en la administración de esta comunidad e incluso puestos representativos.
Ya después del 2010 la Casa presentaba signos graves de deterioro, habían pasado ya más de 30 años desde la última ocasión en que se le realizará algún arreglo general. Tal condición puede revisarse en el documental "Los Olvidados", realizado para Tv UJED y filmado en las instalaciones de la casona con la aparición de muchos de los integrantes de ese entonces.
En el año 2013, se llevaron a cabo obras de remodelación completa en las instalaciones. Tal remodelación fue gestionada por los integrantes ante las autoridades del Gobierno de Durango, en específico, el gobernador del estado Jorge Herrera Caldera. Las modificaciones fueron sustanciales y prepararon la Casa para seguir funcionando. Gracias al apoyo del gobernador de nuestro estado y a la inversión que realizo la Asamblea de la Casa en cooperación, se logró un cambio radical para bien en nuestras instalaciones.
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PERSPECTIVA HISTORICA AL FUTURO
En la actualidad, La Casa ofrece doce dormitorios y diversas áreas comunes, las cuales siguen a disposición de la comunidad estudiantil del Estado que tengan como propósito realizar sus estudios en la Ciudad de México. Nuestra Casa sigue activa y en contacto con otras comunidades estudiantiles, como varias Casa de Estudiantes y organizaciones duranguenses.
Es aspiración de la Casa convertirse en una agrupación de estudiantes sobresalientes y académicamente relevantes para desarrollar mejores condiciones sociales, humanísticas, tecnológicas, artísticas y científicas. Es deseo, por igual de esta comunidad, seguir brindando oportunidades a estudiantes de Durango y transformarnos en favor de la educación y del progreso de nuestro país y desde luego, de nuestro estado.
